Ir al contenido principal

TORTUR FORMATIO

   La noticia saltó a los medios a últimos del siglo pasado. En las excavaciones arqueológicas romanas de Torreparedones en Baena (Córdoba), había sido hallada lo que parecía corresponderse con una Tabella o Pizarra en perfecto estado de conservación. En ella se podía leer perfectamente en su cabecera la inscripción Tortur Formatio, la famosa formación tortuga que el ejército romano adoptaba como defensa en las batallas, muy especialmente cuando se sentía inferior.


   Cuando los historiadores romanos tradujeron el contenido de la singular pizarra, descubrieron asombrados que el título del SCRIPTUM: Tortur Formatio, contrariamente a lo que pensaban no era la descripción de la célebre formación del ejército romano, sino la de una táctica defensiva de un juego llamado canistro pila que podríamos comparar con nuestro actual baloncesto. En la Tabella se puede leer claramente la explicación de cómo agruparse en lo que también llamaban Zonae defensiorum que correspondería muy fielmente a nuestra actual defensa de zonas de nuestro querido deporte.

(Del libro: Historia ficción del baloncesto. Anónimo)





   Bromas aparte, casi siempre ha sido así, pero últimamente podemos observar más que el uso el abuso de la defensa de zonas en el baloncesto formativo. Ignoro si esto ocurre por doquier y en todos los niveles del baloncesto patrio, pero mucho me temo que debe ser algo pandémico y no algo local.

   Uno va a ver partidos entre equipos que se juegan el campeonato, da igual la categoría, Infantil, Cadete o Junior, que te das un atracón de defensas en Zona que llega hasta las arcadas. No, no estoy hablando de cualquier cosa, estoy hablando de cuarenta minutos o lo que es lo mismo: Todo el partido. Eso sí, el muestrario de zonas es de mucho mayor grosor que el catálogo de Ikea.

   Quiero aclarar que no pretendo aquí denostar a este tipo de defensas, faltaría más, sino dejar constancia de que un sistema defensivo como es la Zona, que normalmente se usa como una manera de cambiar el ritmo de un partido, ha pasado a ser, no la principal, sino la única defensa de muchos equipos, no ya tan sólo de los que se disputan el título, no, también lo podemos ver en equipos de menor nivel que esperan con esta defensa perder de 30 en lugar de 40 o en su defecto ganar a según qué rival para quedar 7º en el campeonato.

   Además no hablo de una defensa en zonas agresiva y activa, hablo de una defensa que exclusivamente esperaba el error del contrario más que forzarlo, unas defensas zonales pasivas de esas de “prietas las filas”, vamos, de TORTUR FORMATIO y todo ello dado por la falta de tiro exterior, mejor decir acierto, de los jugadores, que esa es otra. Los jugadores infantiles por falta aún de desarrollo físico, la mayoría apenas llega a canasta y los cadetes y Juniors por una escasísima técnica de tiro. ¿Por qué se trabaja tanto el tiro y tan escasamente su técnica? Hay entrenadores que afirman que su equipo cadete, por ejemplo, hace 300 tiros cada entrenamiento y luego ves tirar a sus jugadores y piensas: 300 tiros sí, pero muy mal ejecutados también. Con este hándicap desde luego que cualquier zona se les atraganta.




   Tanto atracón de zonas me produce un Déjà Vu y siempre acabo por recordar aquel partido en el que un equipo que llevaba medio partido defendiendo en zonas y perdía de 15 puntos, su entrenador con buen criterio solicitó tiempo muerto, tras una breve y enérgica charla los jugadores se apiñaron en torno a él y brazos extendidos gritaron todos al unísono: DE-FEN-SA. Aquel grito retumbó en todo el pabellón y cuando volvieron a la pista uno que creía que iban a presionar a todo el campo descubrió que lo que hicieron fue apilarse más dentro de la zona en acto de fe. Sólo faltó la consigna de aquel entrenador que era el rey de las zonas y que solía insistir mucho en aquello de: “brazos arriba. Huevos”




Comentarios