La crisis del COVID-19 ha supuesto algo novedoso para nuestra sociedad: el confinamiento; y éste a su vez ha hecho que los entrenadores de baloncesto nos peguemos al ordenador debido a la cantidad ingente de información que nos proporcionan tanto internet como las redes sociales y que estamos prestos a devorar: clinics, videoconferencias, blogs, apuntes, etc. Y todo ello a tiro de clic. La conjunción de internet con la solidaridad del mundo del baloncesto, desde todos los lugares y a todos los niveles, a la hora de compartir información, y el altavoz enorme que las redes sociales suponen, han convertido el escenario actual en el sueño húmedo de cualquier entrenador, muy especialmente de aquellos que teníamos que recorrer hace años cientos de kilómetros para poder ver una charla y de paso poder comprar un libro. Un libro cuya información, paradójicamente, nos costaba un mundo compartir, era nuestro tesoro. El problema está en saber si hoy...