Desde el principio de la historia hasta hoy siempre ha habido pensadores que nos han ido dibujando sistemas de administraciĂłn perfectos, propuestas de gobierno para lograr hacer una sociedad, segĂșn ellos, modĂ©lica. Entre este tipo de sociedades estĂĄn las utĂłpicas y las distĂłpicas. La utopĂa busca un mundo mejor; una sociedad idĂlica y perfecta donde la diana se pone en la libertad individual y esta al servicio del conjunto. El tĂ©rmino no tiene necesariamente que estar relacionado con lograr algo imposible, sino que tambiĂ©n podemos tomarlo como una meta a lograr. DifĂcil sĂ, pero no deja de ser un objetivo que nos marca el norte. La distopĂa por el contrario es tambiĂ©n, en tĂ©rminos generales, una sociedad perfecta e ideal pero que funciona asĂ gracias al control de grupos poderosos, econĂłmicos o militares, sobre el individuo. En realidad es una sociedad perfecta tan solo para unos pocos. La distopĂa, curiosamente, no deja de ser en cierto modo una utopĂ...