Cuando entrenamos a equipos de minibasket o infantiles, uno de tantos problemas que se nos plantean es, claramente, que no jueguen todos amontonados formando una piña detrás del balón. Que l@s niñ@s reconozcan los espacios, que los ocupen y los respeten o que sean capaces de pasarse el balón en el momento oportuno es sin duda tarea ardua para el entrenador. Parte del éxito como entrenadores de formación, amén de la imprescindible enseñanza de la técnica individual, es hacer jugar a l@s niñ@s en EQUIPO. Que pasen del individualismo a entender que forman parte de un grupo en el que todos deben ayudarse entre sí para lograr un objetivo común no es sencillo y requiere mucha paciencia.
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