Ir al contenido principal

DOCENDO DISCIMUS

   Como entrenadores, siempre podemos caer en la tentación de quedarnos con información, tácticas, ejercicios o experiencias adquiridas que son para nosotros como un arcano y que no deben ser compartidas. Sin embargo, en mis años como entrenador siempre he sentido el impulso de dar a conocer mi trabajo, lo que hago, no como forma de exhibir mis conocimientos, nada más lejos de mi intención, sino porque sentía que me haría mejor y así lo sigo sintiendo y creyendo.

   En este mismo blog se puede descargar mí manera de trabajar el ataque en la iniciación, en el enlace “Enseñando a atacar en equipo”, y no tengo reparo alguno en mostrarlo porque eso me lleva a otro nivel y me hace mejorar y ampliar los conceptos que aplico. Lo que para muchos les puede parecer por mi parte un acto de generosidad, para mí en realidad es puro egoísmo porque si muestro lo que sé me obligo de alguna forma a seguir mejorando, a seguir avanzando. Así que si alguien tiene que dar las gracias ese sería yo.



   Cuando comparto mis conocimientos y mis inquietudes con otros entrenadores tengo la oportunidad de mejorar aquello que estoy compartiendo, de tal guisa que suelo acabar por optimizar dichos conocimientos aún más. Pensar una y otra vez antes de expresarlos y compartirlos me da la ocasión de reflexionar al respecto. Del mismo modo, estar permanentemente en contacto con otros entrenadores con diferentes puntos de vista, otros métodos y conocimientos, me ayuda a ver el baloncesto desde otra perspectiva y con otros matices, amén de motivarme a aprender nuevas técnicas y formas de trabajar. Incluso ha habido veces que he dejado atrás alguna mala costumbre o hábito en mis métodos después de un intercambio de ideas.

   Al compartir mis conocimientos con otros compañeros también acabo por poner en valor, de alguna manera, lo que he aprendido; mi experiencia. No sé hasta qué punto las tareas que comparto, mis reflexiones e inquietudes están influyendo en otros colegas. No sé si realmente hay compañeros, algunos me constan que sí, que cavilan sobre lo que escribo y los he hecho pensar, trabajar y ver el baloncesto formativo de una manera que igual no habían contemplado. Lo que realmente sí sé es que nunca pude imaginar ni remotamente que mis artículos, ejercicios y reflexiones fueran a ser leídos por tantos entrenadores. Nunca he pretendido con mis consideraciones reflejar la verdad absoluta porque sé que hay tantas verdades como entrenadores. Lo que sí pretendo es hacer meditar a otros colegas sobre mi visión del baloncesto formativo, pudiendo estar más o menos de acuerdo con ello y con ellos.

   Desde luego si lo que haces te llena, si de verdad tienes interés en seguir aprendiendo y mejorando, siempre habrá cosas interesantes que aprender de los que están a tu lado, y hoy en día, en la era de Internet y las comunicaciones, puedes tener a tu lado a prácticamente a quien desees.

   De unos meses para acá, tengo la suerte de pertenecer a un grupo de Whatsapp conformado por 17 entrenadores de diversos sitios de España y con inquietudes muy parecidas en lo que al baloncesto formativo respecta. El grupo se llama MUD CREW ET CLAUSI COFFEE y no me preguntéis de dónde sale tan intrincado nombre porque la historia es muy larga y verdaderamente kafkiana, lo realmente importante e interesante son los debates que se abren en el grupo y la ingente información que compartimos. Siento desde que pertenezco a esta panda que mis conocimientos crecen exponencialmente y, tal vez lo ignoren, siento igualmente que soy casi cada día un poquito mejor entrenador gracias a ellos. Desde luego llegado a este punto he de confesar que no sabría distinguir en el grupo entre quien enseña a quien, no sabría diferenciar a alumnos de profesores, ya que estamos en un proceso de aprendizaje activo y colaborativo en horizontal en el que, pienso, nos beneficiamos unos de otros; y también de otras. Desde luego que ellos deben estar aprendiendo un montón porque a mí me están enseñando mucho.

   Decía mi paisano y filósofo Séneca: "DOCENDO DISCIMUS"(Enseñando se aprende) y no puedo estar más de acuerdo. Nunca pensé en tener la exclusividad con respecto a los conocimientos técnico-tácticos que sé porque tengo muy claro que lo aprendí de otros compañeros y en eso sigo.
 Cada vez que preparo las clases que doy en los cursos federativos noto que mis conocimientos aumentan. Mis alumnos cuando estudian la materia que imparto tal vez lleguen a pensar que ya la dominan porque son capaces de contestar correctamente, pero lo que no saben es que el que realmente la domina soy yo que he estado preparándome a conciencia para poder enseñársela lo mejor posible.Sí, como veis sigo siendo un egoísta, me gusta enseñar porque de esa forma sé que aprendo.

                "Enseñar es aprender dos veces" Joseph Joubert, moralista y ensayista francés

Comentarios