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LA DISYUNTIVA DEL MÉTODO

Todo entrenador de formación se habrá preguntado o se debería haber preguntado en alguna ocasión por el método de enseñanza a utilizar con sus jugadores y en su equipo, por cuál optar y por qué, en definitiva cómo va a enseñar baloncesto.

   Hemos de decir en primer lugar que no deberíamos centrarnos en una sola respuesta ya que factores tales como el nivel técnico-táctico de los jugadores, sus características físicas o su grado de motivación, van a ser determinantes a la hora de abordar el método en los entrenamientos.

   Ningún método nos va a garantizar el éxito inmediato, pero sí nos va a permitir sentar las bases de qué y cómo aprenderá el jugador a medio y largo plazo. Desde luego elegir la metodología es un dilema que se nos plantea de manera recurrente a los entrenadores, muy especialmente si no se tiene experiencia.
   Entrenar implica tomar decisiones constantemente. Tenemos que evaluar cuál es la categoría y el nivel del equipo que vamos a entrenar y decidimos, en función de ello, qué conceptos técnico-tácticos vamos a trabajar, qué fundamentos vamos a enseñar o mejorar, con qué ritmo vamos a entrenar, qué ejercicios y tareas vamos a utilizar y así un largo etcétera
   Tomar decisiones es inherente al entrenador pero no deberíamos tener sólo en cuenta la decisión que más nos gusta a nosotros, sino la que es mejor para el jugador y/o equipo, la que los hace mejores. No se trata pues de satisfacer nuestras necesidades sino la de los jugadores, porque hay decisiones que nos fortalecen como entrenador y otras que nos debilitan, y eso acaba reflejándose en el jugador.

   Hay momentos en los que será relativamente sencillo escoger entre dos o varias opciones y tendremos claro enseguida cuál es la adecuada, pero no siempre lo tendremos fácil a la hora de elegir; como por ejemplo saber qué método escoger para la enseñanza.


   El método tradicional de entrenamiento está basado en la instrucción directa en la que el entrenador dicta un gesto técnico a trabajar y el jugador repite sin descanso. Sírvanos de ejemplo cualquier tarea sin defensa o el típico ejercicio con conos. El problema viene cuando el jugador tiene que transferir lo aprendido al juego y no sabe ubicarlo en el contexto del mismo, en definitiva, no sabe usar la táctica individual. Es lo que llamamos método analítico.

   Por otro lado tenemos el método global cuya base está en el descubrimiento y donde el entrenador guía al jugador pero sin ordenar el qué y el cómo tiene que hacer. Ahora bien, si tenemos jugadores con pocos recursos técnicos tendrán muchísimos problemas para buscar respuesta al juego por ellos mismos. Con este método se gana en comprensión del juego a costa de la escasez de los detalles técnicos.

   Entonces, ¿qué método escoger?. Pues dependerá. Dependerá de varios factores pero muy especialmente de la edad y el nivel de los jugadores. 

   Ante la duda pongamos un ejemplo: ¿Cómo se aprende mejor un idioma? ¿Se aprende mejor yendo a una academia o al país nativo?
Si vamos a una academia, aprenderemos la estructura gramatical del idioma, aprenderemos frases hechas y los verbos y su conjugación, etc. pero tendremos muchas dificultades a la hora de entenderlo y hablarlo en una conversación; eso sí, lo escribiremos muy bien. Es el método analítico.

   Por otra parte si nos vamos al país de origen del idioma a aprenderlo, empezaremos balbuceando palabras sueltas para poco a poco ir completando frases con una cierta estructura y entendibles, para acabar hablándolo con fluidez. ¿Cúal es el problema entonces? pues simplemente que sabremos hablar y entender el idioma en cuestión más o menos bien,  pero no sabremos leer y escribir en ese idioma. Es el método global.

   Volvemos pues a la pregunta: ¿qué método escoger?; ahora la decisión puede que nos resulte más fácil. Parece lógico empezar enseñando de una manera global para que cuando el jugador sepa situarse en el contexto del juego pasemos a lo analítico, esto es, a pulir los detalles técnicos. Cuando el niño sepa hablar, le enseñaremos a leer y escribir. ¿Por qué quedarnos con un método sólo pudiendo elegir y alternar los dos?

   Global y analítico, mézclense ambos métodos al gusto de cada uno, pero eso sí; lo importante es que se combinen como se combinen y en en la proporción que se quiera tienen que conseguir lo mismo, mejorar al jugador, ese debería ser su último y único fin.

   Son muchos y diversos los objetivos que pretendemos conseguir cuando entrenamos, como distintos son los métodos que usamos para conseguir esos objetivos. Ahora bien, como dice el filósofo y escritor indio Jiddu Krishnamurti: "La inteligencia es el cuestionamiento del método"


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