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LAS REGLAS, LA MORAL, LA ÉTICA Y LA 3ª LEY DE NEWTON

   De un modo u otro prácticamente todas nuestras actividades están regladas, ya sea un simple juego de mesa, una asociación de vecinos o un club de baloncesto. Las reglas son normativas surgidas de un acuerdo y que, una vez implantadas, debemos cumplir y acatar. De alguna forma podemos entender las reglas como indicadores de cómo debe desarrollarse un actividad.

   También tenemos las reglas morales que si bien en muchas de ellas seguramente coincidiríamos los miembros de cualquier tipo de sociedad, no es menos cierto que cada grupo social tiene su propia moralidad y resulta difícil discernir cuál es la correcta ya que esta también está formada por normas de comportamiento individual y están dictadas por la conciencia de cada uno.

   Por otra parte tenemos la ética que se encarga de valorar  y razonar las reglas morales de la conducta de las personas, independientemente del contexto del grupo social o cultural a los que pertenezcan.
Durante una temporada de baloncesto se va a medir nuestro comportamiento ético en muchos momentos. Continuamente vamos a tener que tomar decisiones y algunas serán algo "tontas", pero otras serán más complejas. Por ejemplo, ante un partido "importante" ¿quién juega, el "malo" que nunca falta a entrenar o el "bueno" que ha faltado toda la semana?

   Las reglas, la moral y la ética de un modo u otro están presentes en el baloncesto formativo como vemos, y en él nos encontramos que existe un reglamento al que atenerse que nos marca lo que es legal y lo que no, y en el que también podemos observar durante los partidos a entrenadores cuya conducta es moral y éticamente discutible, aunque este comportamiento pueda ser legal y no esté castigado por aquel.


   LAS REGLAS: En minibasket e infantiles, en aquellos sitios que se juega pasarela, los jugadores tienen que descansar dos periodos o uno, según corresponda la categoría, y deben jugar todos los jugadores inscritos en acta y un número mínimo de ellos.También existe el "cierre de acta", es decir, una vez alcanzada la diferencia de 40 o 50 puntos respectivamente, ya no se puede presionar en todo el campo, ni los puntos suben al marcador.
   En estas categorías nos podemos topar con auténticos especialistas en presionar y presionar en todo el campo en un intento de "cerrar el acta" en el menor periodo posible. No hablo de que se marque una amplia diferencia en el marcador de manera natural como consecuencia de la diferencia técnica y/o física entre dos equipos, no; hablo de los entrenadores que van a destajo y mandan apretar y apretar sin más meta que llegar a los 40 0 50 puntos de diferencia cuanto antes. Nunca he entendido tal actitud, no he sabido entender qué objetivos técnico-tácticos consiguen con ello.

    "Es que mi equipo siempre presiona", te argumentan algunos de manera pobre. Y no se dan cuentan que presionan a muerte para acabar obligados por el reglamento a echarse atrás y defender en media pista, así de cortoplacistas son.
   Yo les propongo a esos entrenadores que sean ellos los que regulen el juego de su equipo y no sea el reglamento.
¿Cómo? Pues alternando la defensa, presionado un rato en todo el campo, y otro rato defendiendo en media pista. De este modo se consiguen trabajar otros aspectos del juego que presionando solamente no se lograrían.
También podrían poner a su jugador más alto o peor defensor a defender al base o jugón del otro equipo. De igual modo podrían poner al pequeño de su equipo a defender al grande del otro y que se acostumbrara a rebotear, etc.

   Si siempre presionan y roban balones cerca del aro rival, sus jugadores acaban por realizar constantes bandejas de 1x0 que no les supone ninguna mejora técnica ni táctica. Sin embargo, si defiende atrás, las ayudas defensivas son distintas y, además, pueden jugar al contraataque, tras robo o rebote, y trabajarían el pase de apertura, la ocupación de calles, así como el pase final.
   Sí, se trata de intentar aprovechar el partido y hacer esos conceptos tácticos que tanto se trabajan en los entrenamientos y que luego no se pueden realizar en los partidos por el tipo de defensa que se plantea. Al final van a ganar igualmente de manera amplia y acabarán cerrando el acta y defendiendo obligatoriamente atrás, pero sacarán algún tipo de utilidad al partido.
Allá ellos sí no.

   LA MORAL: Tampoco llego a saber qué valores transmiten a sus jugadores este tipo de entrenadores "cierra actas". ¿Tal vez compañerismo? ¿Generosidad? ¿Acaso respeto?, desde luego no veo yo nada de eso y sin embargo, cuando van a disputar partidos igualados, este tipo de entrenadores suelen calentar con 14 niños y juegan con el mínimo que les obliga el reglamento, amén de que se suelen tragar lo de "mi equipo siempre presiona".
No sólo eso, sino que su lenguaje corporal: sus gestos, sus posturas, su rostro, etc. cambian radicalmente y todo son broncas, muy especialmente a los más débiles del equipo.
Allá ellos si lo hacen.

   LA ÉTICA: También tenemos al tipo de entrenador formativo que usa a sus jugadores alentándolos a ir sin piedad y "machacar" a tal o cual equipo simplemente como venganza personal contra ese club o ese entrenador que no les cae nada bien.
Todos los entrenadores de base deberíamos saber que el reglamento nos obliga y/o nos permite una serie de normas, pero que bajo ningún concepto nos va a sancionar por tener un comportamiento ético. El reglamento no nos puede obligar de ningún modo a cumplir unas reglas éticas, sino que somos nosotros los que debemos regularlas y establecer nuestro propio código ético en el que tiene que estar sin duda la transmisión de valores sociales tales como la empatía y la consideración. 

   Al final este tipo de entrenadores suele acabar sufriendo en sus propias carnes la 3ª ley de Newton, la Ley de acción-reacción“Toda acción, recibe una reacción opuesta y de igual magnitud”. 
   Debemos saber que si bien el reglamento no sanciona este tipo de comportamiento, la actitud del vengador es moral y éticamente reprochable.
Eso sí, allá ellos si lo acaban sufriendo.


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